Era
otoño y la humedad de sus lágrimas calaba sus huesos inmovilizándola.
El
hombre de los abrazos la estrechó y sintió desentumecer su cuerpo acompasándose
con los latidos de la vida. Le devolvió el relato de su existencia para que
pudiera continuar escribiéndolo y, decidida, tomo la pluma en sus manos y una
página en blanco.
Este seria el argumento de la historia y acabar en suspense:
ResponderEliminarmientras tanto la imaginación de su final, transciende con pasajes diferentes pero enlazados entre si para contar con una aventura emocionante.
Hay abrazos que, dados a tiempo te devuelven a la vida.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios Bao Yonggan